viernes, 30 de septiembre de 2011

Yongseobadji mothan ja (The Unforgiven)




Parece que últimamente no estoy muy acertada... todos se sienten decepcionados conmigo por un motivo u otro... No hago nada a derechas. En fin, estoy para echar cohetes.

Y sigo con mi eterna limpieza, que esto ya parece una catedral gótica por lo que tardo en terminar. Cocina, comedor, habitación, baño (tengo que acordarme de subir el espejo) he tirado un número incontable de bolsas de basura y parece que tenga un criadero, joder.

Aún queda por pintar la ventana y las puertas del armario de color verde manzana y organizar la terraza. Por qué no habré hecho ésto durante todo el tiempo que llevo sin pegar palo al agua? No, se me tiene que ocurrir deprisa y corriendo, como todo, porque hago las cosas sin pensar.

30 de Septiembre... y mañana empieza el peor mes del año. Preparada para el insomnio y para los sueños extraños (más de lo normal) hasta el 2 de Noviembre. Ese día puedo respirar en paz. Si cada año Octubre es un mes malo, este será nefasto. Y con tantas horas dentro de la cabeza...  


Lo malo es querer controlarlo todo. Yo tengo ese defecto (o virtud, depende de quién lo mire y de cómo lo entienda). Necesito mi agenda cerebral para organizar mi vida como si fuera un calendario de cumpleaños. Paradójico, verdad? actúo sin pensar pero con organización, el orden en el caos.



Cuando algo se rompe dentro de uno... es recuperable?  con el corazón a veces es posible. No puedes hacer un trasplante, aunque sí puedes abrir las compuertas lo suficiente para que un rayo de esperanza se cuele por ellas y te ilumine. Pero... cuando es tu alma la que se rompe? Nadie sabe lo frágil que ésta llega a ser. En cinco minutos, sin necesidad de martillo o escarpa, alguien puede rompernos el alma. El alma no tiene recambios, no puede usar vendas, y vivir con el alma rota es lo más difícil. 


Yo perdono y olvido, unas veces tardo más y otras menos, dependiendo del dolor que sienta dentro,  porque no soporto la idea de emponzoñar mi mente y mi corazón con un sentimiento tan absurdo como el rencor. Podemos perdonar a quién nos ha roto el corazón pero... es posible perdonar a quien nos ha roto el alma? 


Es algo a considerar... 

Mi alma ha sido tomada por las sombras de la duda, por los monstruos que habitan en el tal vez, por las sabandijas del quizá. La han secuestrado y la torturan cada día un poco, como pequeños diablos con sus tridentes, esperando a que se desmorone y forme parte de la legión de almas rotas. 

No quiero darme por vencida. Quiero continuar sintiéndome viva cada día, quiero luchar por mi alma herida, quiero rescatarla de las sombras y conseguir que se regenere. 

Quieres recuperar la tuya también? Podemos hacerlo... JUNTOS.


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martes, 27 de septiembre de 2011

Hide: Love Is Hell



Cuando leo a Jorge Bucay siempre me pregunto cómo es capaz de decir lo correcto en el preciso momento. 

Yo no sé decir las cosas en el momento correcto ni oportuno. De hecho, estoy preciosa con mi boca cerrada. 

Releo "Cartas para Claudia", donde habla de Fritz Perls, Georg Groddeck, Krishnamurti, de la Gestalt y la terapia del darse cuenta (Awareness Teraphy).

Me gustan sus palabras y las suscribo.

Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme.
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que te acerques sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten.
Quiero que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Es complicadísimo hacer lo que él escribe, todos tenemos tendencia a hacer precisamente lo contrario, es decir, a juzgar a los demás porque no estamos de acuerdo con lo que hacen, a dar consejos innecesarios, a exigir, a decidir qué es lo mejor para los demás, a intentar (o aparentar) que somos superiores, a esperar que se comporten como nosotros lo haríamos, a no dejar espacio, a intentar que alguien "despierte" de la peor forma posible, a hacernos cargo de los problemas de otros, a mentir para proteger, a invadir sin dejar respirar y por supuesto, a intentar cambiar las cosas que no nos gustan. 

Pero quizá exista alguien en este mundo que tenga todas esas cualidades, que desee lo mismo, que entienda, que aún conociendo mis defectos sepa convivir con ellos, porque yo no voy a cambiar. Siempre he dicho que pueden limarse algunas asperezas, canjearse actitudes pero dejar de ser lo que uno es, cómo es... imposible.

Yo quiero añadir uno
Quiero que me quieras sin esconderme.

Porque nadie merece estar escondido; si amas a alguien, la mejor manera de demostrar que te sientes orgulloso de ello, que no te avergüenzas, es mostrarlo al público. A nadie le gusta estar en las sombras o ser la segunda opción. 

 

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sábado, 24 de septiembre de 2011

Fuk sau che chi sei (Revenge: A Love Story)

Antes de nada... Gracias Mónica por ser la primera seguidora de un blog que aún no existe. (Dicho y hecho)



Y ahora...

Mi queridísimo cerdo:

Me gustaría aclarar un par de cosas para que no existan malentendidos entre nosotros. Los aliens somos un poco gatos, por tanto, somos curiosos hasta la médula. La diferencia entre los gatos y nosotros es que ellos no pueden hablar y los aliens sí. Así que andamos todo el día preguntando. Somos como esos niños que molestan a sus padres con el eterno por qué. Por qué ésto, por qué aquello, por qué lo de más alla. Y cada respuesta genera una nueva pregunta. A veces las preguntas son superfluas e infantiles, otras veces pueden ser peligrosas, pero preguntamos desde la inocencia, no por malicia.

Los aliens tienen prohibido herir a cualquier ser viviente (aunque sea cuadrúpedo) recuerdas? Así que jamás van a vengarse de nadie aunque los otros puedan infligirles mucho daño. No es cobardía, es que pensamos que es desperdiciar un tiempo precioso que podemos utilizar para intentar ser felices.

Tampoco creemos ser superiores a nadie, al contrario, pensamos que tenemos mucho que aprender de los demás, porque nunca se sabe todo, nunca es suficiente y jamás miraremos a otros por encima de nuestro hombro (básicamente porque somos pequeños).

Si nosotros somos buenos en combates dialécticos no es porque guardemos información esencial para usarla en la primera ocasión que se presente contra nuestros adversarios verbales, sino porque intentamos girar el argumento, sabemos utilizar las palabras.

Los aliens amamos sin reservas, nos duele herir de forma inconsciente o por inacción a aquellos a los que amamos. Cuando percibimos su tristeza nos entristecemos y nuestra burbuja de cristal se descascarilla cada vez un poco más, hasta que la burbuja se rompe, nos quedamos sin aire y nos convertimos en partículas de materia esparcidas por la galaxia. 

Una sola palabra tuya y éste alien enviará la lanzadera a recogerte para que vengas a vivir a nuestro mundo.


Con todo el cariño...


Tu Alien.

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